Las fuentes de energías alternativas, las energías renovables, son términos que ya se han asentado en los medios de comunicación y en los discursos políticos, sin embargo se conoce poco los distintos tipos que abarcan estas energías o las tecnologías para ponerlas en práctica en nuestro universo más cercano.
Es cierto que en España la energía solar es la fuente potencialmente más abundante y que en muchos artículos parece que ésta va ser la panacea para todos nuestros problemas energéticos, pero hay que saber que no todas las energías que proceden del sol son iguales ni tienen las mismas aplicaciones.
Al hablar de energía solar nos referimos a una sola fuente energética, el sol, pero hay diversos tipos de la misma según sea la tecnología captadora y según en qué la transformemos. Estos elementos dan lugar, por ejemplo, a energía solar fotovoltaica, energía solar térmica, energía termosolar de concentración, energía eólico solar, o solar híbrida entre otras.
Todo este abanico ofrece muchas opciones, desde poder abastecernos en nuestro hogar con paneles en el propio tejado, o bombear agua desde un pozo para el riego, hasta grandes instalaciones para producir cantidades de energía con destino a usos industriales.
- La energía solar fotovoltaica, de la que ya hemos hablado en este blog, es aquella que capta la radiación solar a través de paneles solares paneles integrados por células fotoeléctricas, para transformarla en energía eléctrica. Es la que se utiliza para el abastecimiento de viviendas aisladas, o para el bombeo solar de agua desde un pozo a un depósito. Permite utilizarla junto a otras energías como la eléctrica o los generadores de gasoil.
- La energía solar térmica consiste en usar la radiación del sol y el calor generado para calentar agua, ya sea con destino sanitario, calefacción o piscinas, spas. Quizá es la más extendida en la actualidad ya que tiene infinidad de aplicaciones en la vida cotidiana. En casas rurales empieza a ser muy común este tipo de tecnología para mantener el agua de las piscinas a una temperatura que permite bañarse durante casi todo el año.
- La energía termosolar de concentración que se basa en el aprovechamiento de la luz de sol mediante materiales que permiten la concentración de esta luz para generar un vapor que mueve una turbina que, a su vez, genera energía eléctrica. Existen ya plantas termosolares que con la energía solar de termoconcentración generan energía eléctrica para el abastecimiento.
En cualquier caso la implantación de cualquiera de ellas necesita del asesoramiento de las empresas especializadas en este tipo de energías renovables. Son ellos lo que nos pueden aconsejar sobre cuál es la elección más acertada. ¿Te animas a renovar?