Las tan temidas subidas del precio de la electricidad hacen que casi todos nosotros nos planteemos cómo podemos ahorrar en nuestra factura ¿Me levanto a las 3 de la mañana a poner la lavadora? ¿Elimino el 50 por ciento de los puntos de luz de casa? ¿Bajo la calefacción con 0ºC en el exterior?
Incluso a veces soñamos con la utópica idea de autoabastecernos con la luz solar, pero ¿es esto posible? ¿Puedo yo rebajar mi factura de luz instalando energía fotovoltaica? ¿Puedo incluso desengancharme del sistema?
Está claro que son las propias empresas instaladoras las que pueden darnos toda la información posible y decirnos si somos potenciales clientes de este tipo de energía, pero es también importante saber de qué hablamos cuando decimos energía solar fotovoltaica.
La energía solar fotovoltaica consiste en transformar la radiación solar en electricidad a través de una serie de paneles integrados por células fotoeléctricas que generan una corriente eléctrica. Es una energía limpia, inagotable, renovable, silenciosa y, en términos absolutos, barata ya que la obtenemos directamente del sol.
Ahora bien, para saber si nosotros podemos acceder a ella tenemos que tener en cuenta varios elementos, entre ellos la zona donde esté ubicada nuestra vivienda o industria ya que existe una división del territorio en función de la radiación solar (I-II-III-IV y V), la legislación en la zona ya que, por ejemplo, en algunas ciudades no se permite la instalación de paneles solares en los tejados (por ejemplo, algunas Patrimonio de la Humanidad) y las características de nuestra vivienda.
Pero, ¿qué tipo de vivienda debe ser la nuestra para plantearnos la energía solar fotovoltaica? Por términos generales los mejores supuestos son vivienda aislada que se abastece de energía eléctrica y vivienda aislada a la que no llega la red eléctrica a lo que habrá que sumar otros factores comp las horas de sol que recibe la vivienda y si mi estilo de vida tiene capacidad para adaptar su consumo a las horas de sol.
La primera posibilidad, para una vivienda aislada que se abastece a través de la red eléctrica nos planteamos la energía fotovoltaica con el fin de abaratar nuestra factura eléctrica.
Para lograr esto, se plantea una instalación de paneles solares en el tejado de la vivienda que transforma la radiación social en energía eléctrica para abastecer nuestra vivienda. En las horas que no se produce energía solar, mi vivienda se abastece de la red eléctrica y cuando mi instalación produce más energía de la que necesito, la vierto a la red eléctrica o se almacena mediante baterías para consumirla en las horas en las que no se genera energía a través del sol. Con ello abaratamos pero no eliminamos en su totalidad el pago a las compañías eléctricas tanto por el consumo que hacemos, aunque sea mínimo, y por el uso de las infraestructuras eléctricas.
Por otro lado, si lo que tenemos es una vivienda que no tiene acceso a la red eléctrica y en la que la única alternativa es un generador de gasoil, la energía solar fotovoltaica es una de las pocas alternativas viables y, desde luego, limpia. En este caso, generaríamos nuestra propia energía, el excedente lo almacenaríamos en baterías y no tendríamos que pagar por el uso de la infraestructura eléctrica.
En cualquier caso, son las empresas especializadas las que pueden asesorarnos sobre las posibilidades de la instalación y la rentabilidad de la misma.
Pero esperamos que ahora lo tengas más claro. ¿Puedo plantearme autoabastecerme a través de la energía solar fotovoltaica?